El Barrio San Borja ha visto muchas de las situaciones más recordadas de la historia reciente de Chile, desde la quema de libros en dictadura hasta las marchas estudiantiles o las celebraciones del triunfo de Chile en la copa América. Uno de estos casos es el recordado suceso de “El Mercurio Miente”.
Corría el año 1967, cuando en medio de la reforma universitaria de la Universidad Católica ocurrió algo nunca visto y que causó mucho revuelo. Un grupo de manifestantes desplegó en pleno frontis de la universidad un lienzo con la consigna “Chileno: El Mercurio miente”. Pero ¿Cuál es el motivo que llevó a realizar este ataque al diario de Agustín Edwards? En varias casas de estudio se estaban llevando a cabo una serie de reformas que exigían democratización interna y laica, acceso a la universidad y una mayor vinculación con la comunidad. Frente a este “El Mercurio” tildó al movimiento de “una nueva y audaz maniobra del marxismo”[1]. Fue así como en respuesta los estudiantes desplegaron el lienzo atacando al diario un 11 de agosto de 1967.
Si bien esta situación no cambió un milímetro la actuación editorial del medio, que como es sabido, luego fue un ferviente partidario de la dictadura, sí que caló hondo en la sociedad y en la forma en que es vista la prensa en nuestro país.
No son pocas las veces que la prensa y los medios de comunicación en general generan noticias falsas, con el fin de moldear la realidad a su gusto y conveniencia. Durante la pasada campaña constituyente fuimos testigos de cómo muchas veces, presentadores de televisión, diarios y redes sociales, distribuían sin asco ni vergüenza una multitud de noticias abiertamente falsas, que luego de un mínimo de escrutinio se demostraba que eran puras mentiras. Tanto es que se puso de moda el término “fast check”, o sea la revisión rápida de lo que se decía en televisión para dilucidar si lo que se declaraba era falso o no. Vimos entonces que políticos y medios de comunicación mentían cada dos por tres y que de verdad pretendían moldear la realidad a su conveniencia. Hay que dar gracias que hoy vivimos en una sociedad un poco más informada y crítica con los medios, se sabe que no son los llevadores de la realidad ni mucho menos, aunque por lo visto no han cambiado nada desde el incidente de “el Mercurio miente”.
Hoy a más de cinco décadas, podemos señalar que el espíritu crítico y el cuestionar a los medios tiene uno de sus primeros pasos en los hechos de agosto de 1967, en frontis de la UC y que como sociedad debemos mantenernos alerta en frente a lo que nos dicen o quieren que veamos. Hay que estar con los ojos bien abiertos para no caer en engaños y por supuesto, si es que vemos una mentira en los medios informativos hay que denunciarla.
[1] El estudiante que puso el lienzo “El Mercurio miente” repasa al joven chileno: “La forma en que se agitan los cabros de hoy es demasiado prudente” (eldesconcierto.cl)
Este artículo llega a ustedes como parte del Proyecto de Fortalecimiento Técnico Audiovisual de La Gaceta Radical, gracias al financiamiento del Fondo de Fomento de Medios de Comunicación Social del Gobierno de Chile y del Consejo Regional Metropolitano de Santiago.