Destacado por un constante compromiso territorial en la RM, el correligionario Cristián Hidalgo, desde su llegada al partido en el contexto de la campaña de Guillier, ha participado intensamente aportando su larga experiencia como activista y abogado laboralista. A su vez, si bien ha estado siempre en política, en el último tiempo ha tenido que conocer en carne propia los desafíos específicos de la política partidista nacional…

Con esa introducción les invitamos a conocer a Cristián Hidalgo, su vida, experiencias y visiones para nuestro radicalismo.

Nos gustaría agradecer su disposición para responder las preguntas de La Gaceta Radical. Para comenzar: Cuéntenos un poco de sus orígenes… ¿Cuáles fueron sus razones para militar en el Partido Radical?

Junto con agradecer el espacio que me otorga La Gaceta Radical, quiero comenzar contándoles que soy un orgulloso vecino del Distrito 13, en el que he vivido casi toda mi vida, desde que nací en el Hospital Barros Luco en octubre de 1972. Soy hijo de una familia popular. Mi padre fue obrero de la construcción toda su vida; me eduqué en la Educación Pública y viví toda mi infancia y adolescencia bajo la dictadura.

Estudié Biología en las Universidades de Concepción y de Chile, migrando luego a la carrera de Derecho en esta última. Fui dirigente de los Centros de Estudiantes de Ciencias (1991-1993) y de Derecho (1994-1995) y Consejero de la Fech por Derecho (1996-1997).

Desarrollé trabajo poblacional, principalmente en la Población La Pincoya, al alero de “La Casa Para Todos” (1993-1994) de la querida y recordada dirigenta Herminia Concha; en la Radio Popular Cerro Navia (1996-1997); y en la Biblioteca Popular Villa Manuel Rodríguez de Lo Prado (1996-1998), como asesor legal de los/as vecinos/as y como bibliotecario voluntario.

En 1997, siendo aún estudiante, me inserto en el mundo sindical como activista y asesor legal de la Coordinadora de Sindicatos Base Cerrillos Maipú, experiencia que marcó para siempre mi vida, ya que en ese entonces decidí que me dedicaría al Derecho Laboral y a la defensa de los/as trabajadores/as y sus organizaciones, lo que mantengo hasta hoy, ya como Abogado Laboralista.

Actualmente me desempeño en forma independiente como Abogado, habiendo participado en más de 70 procesos de negociación colectiva reglada y no reglada, en prácticamente todas las áreas de la economía; asimismo, he tramitado alrededor de 1.000 juicios laborales y de cobranza laboral, tanto en el antiguo procedimiento como en el vigente, defendiendo principalmente a trabajador@s del sector privado y del sector público, y también a organizaciones sindicales; he asesorado a organizaciones sindicales y gremiales de distinto grado: asesor/fundador de la CUT, Zonal Oeste, redactando su Declaración de Principios y sus primeros Estatutos; asesor de la Confederación Metalúrgica de Chile (Industrial-Chile/Constramet) y de la Confederación Nacional del Transporte Terrestre (CONUTT); de las Federaciones: Coordinadora de Sindicatos Cerrillos Maipú; Federación CIC; Federación Luchetti; Federación Nacional de la Construcción y la Madera (Fetracoma); Federación Autónoma de Sindicatos Wallmart; y de decenas de Sindicatos base e interempresa de las más variadas ramas de la producción.

Finalmente, he asesorado a diversas micro, pequeñas y medianas empresas; realizando auditorías legales; mejorando su estructura jurídica, su modelo contractual y su sistema de relaciones laborales.

¿Cuál ha sido su trayectoria política dentro de la militancia y fuera de ella? Por otro lado: ¿Cuál es la motivación para ser Secretario General del Partido Radical?

Mi primera militancia formal y efectiva ha sido en el Partido Radical de Chile, al cual ingresé en enero de 2017; principalmente motivado por la campaña del entonces senador y candidato presidencial Alejandro Guillier. Antes, siempre participé activamente en política, desde mi niñez, cuando acompañaba a mis padres en las jornadas de protestas y cacerolazos contra la dictadura de Pinochet. Luego fui dirigente del Centro de Alumnos en mi Liceo (A-111, de La Cisterna); y, posteriormente (como ya lo señalé), fui dirigente universitario; no obstante, siempre fui reticente a militar en partidos políticos tradicionales, pues fui testigo presencial de las contradicciones, corruptelas y felonías de la “transición”.

Por ende, mi activismo político en mi etapa universitaria se desarrolló en colectivos de izquierda, fuera del espectro de la Concertación y de otros grupos “tradicionales”, como las JJCC. Tras egresar de Derecho, me aboqué de lleno al sindicalismo; y en ese andar tuve cercanías con el PRO y con RD, pero nunca concreté nada, porque la dinámica de esos grupos no me convenció.

Posteriormente vino la inscripción obligatoria, yo no estaba inscrito, por decisión voluntaria… y entonces comencé a pensar en un camino más formal: así llegué a la campaña de Guillier, que me sedujo porque – por primera vez desde 1990 – había un candidato que superaba la lógica “gerencial” y hablaba de un proyecto de país a largo plazo. Entonces, me pareció lógico que si me iba a comprometer con esa candidatura, debía ser “con tutti”; y eso implicaba afiliarme al partido que lo sostenía: el PR. Sin embargo, cuando tomé la decisión de fichar por el radicalismo, decidí que sería mi domicilio político en los siguientes años, independientemente del destino que tuviera la candidatura de Guillier.

Inmediatamente me puse a disposición de la colectividad. El entonces vicepresidente Patricio Tombolini, me asignó a trabajar con el “equipo laboral”, que estaba trabajando las bases programáticas del área para el candidato. En la práctica, el “equipo” nunca existió, y el documento que habían elaborado era pésimo, inconexo, confuso, carente de propuestas concretas y hasta con gruesos errores de redacción y ortografía, por lo que debí – prácticamente – rehacerlo. Así nació: “Una Relación Laboral de Nuevo Tipo, Para el Chile del Siglo XXI”, que fue la propuesta que entregamos al candidato y que – a grandes rasgos – planteaba la necesidad de un Nuevo Código del Trabajo, abordando muchos aspectos que – enhorabuena – hoy se contienen en el Borrador de Nueva Constitución; particularmente, en lo que respecta a la reivindicación del Trabajo Decente, la condena de la precariedad laboral y la igualación de derechos entre trabajadores y trabajadoras; y de los derechos colectivos de aquellos que se desempeñan en el sector público y privado.

Sobre esa base asumí posteriormente la Coordinación del Equipo Programático Laboral de Guillier, incorporando a profesionales, especialmente abogados y economistas, junto a dirigentes/as sindicales, de diversos partidos y del mundo independiente; lo que dio como fruto un documento de casi 250 páginas, que contienen un desarrollo de lo que debiese ser la Nueva Legislación Laboral.

Paralelamente, me inserté en la Asamblea Radical de San Miguel. Desde ahí levantamos en la Circunscripción Santiago 6, la candidatura a CORE de Renata Hidalgo, mi hermana, asistente social y a quien sumé a poco andar de haberme afiliado al PR; quien a pesar de ser debutante, haber contado con casi nulo apoyo institucional y haber trabajado con recursos mínimos, obtuvo más de 7.300 votos; siendo hasta ahora, una de las mayores votaciones obtenidas por candidaturas radicales (militantes) en la Región Metropolitana, desde que existe el voto voluntario.

Ya en 2018, levantamos una corriente de izquierda dentro de la Región Metropolitana, la que se llamó “Unidos Podemos”. Con ella obtuvimos un brillante triunfo en la Región, ganando la presidencia con más del 52% de los votos y obteniendo 14 de los 20 consejeros. A nivel nacional, apoyamos la lista contraria a la de Carlos Maldonado. En la RM todas las candidaturas de esa lista que apoyamos se impuso, no obstante fueron derrotados por su rendimiento en regiones, donde el entonces llamado “Cambio Radical” (lista encabezada por el co. Maldonado) se impuso holgadamente. Ello nos posicionó desde un inicio como oposición de izquierda a la gestión de Maldonado, postura que mantuve firme e invariable en todos estos años.

A fines de 2018 fui electo por el Consejo General como integrante de la Comisión Política Nacional; y en marzo de 2019, tras el abandono del cargo por quien había asumido la secretaría, se me designó Secretario de la CP, primero en forma interina, y luego definitivamente como Secretario titular. Bajo mi gestión como secretario y la presidencia de la co. Marcela Hernando, la CP funcionó en forma ordenada, regular y permanente, sesionando en forma presencial y luego telemáticamente en el contexto de la Pandemia; ello hasta nuestra autodisolución, en septiembre de 2021. Tal y como lo expusimos en nuestros informes al Consejo General, la CP emitió alrededor de 50 documentos, entre actas, minutas y documentos de opinión y análisis; todos los cuales eran remitidos a la Mesa Nacional y al CEN. No obstante, nunca fuimos considerados por la Mesa; de hecho, ni siquiera se nos daba el espacio para exponer nuestras propuestas, a pesar de que los solicitamos en reiteradas oportunidades. Por el contrario, el exponer nuestras propuestas y puntos de vista los que por lo general eran divergentes con los adoptados por Maldonado y una parte de la Mesa Nacional nos valió ser marginados y – en algunos casos – incluso perseguidos. Ello motivó nuestra autodisolución.

Tras el Estallido Social, participé activamente en las movilizaciones y en los cabildos que se autoconvocaron en mi comuna; posteriormente, concurrí como representante del PR en el Comando Unificado Apruebo San Miguel 2020, instancia que agrupó a 14 partidos e independientes, donde fui elegido Coordinador, desempeñándome como tal hasta el Plebiscito de octubre.

En 2021, participé en la campaña municipal donde conseguimos llevar, tras triunfar ampliamente en las primarias convencionales, a un radical como candidato a alcalde en San Miguel; posteriormente, me incorporé activamente a la campaña del candidato presidencial Gabriel Boric, tanto en primera como en segunda vuelta.

Este año 2022, fundé con otr@s compañer@s el Comando San Miguel Aprueba 2022, siendo uno de sus coordinadores y encargado de contenidos, hasta la fecha.

En cuanto a mi motivación para postular al cargo de Secretario General; la misma nace de la necesidad de relevar la importancia de este cargo que – junto con la presidencia – es la cara visible del Partido, y debe jugar un rol fundamental en las relaciones con las otras colectividades, con el Congreso y con el Gobierno. El Secretario General es mucho más que un “administrador” o un ministro de fe, tareas básicas que, en todo caso, han sido desarrolladas en forma paupérrima por quien actualmente ostenta el cargo. Se necesita una Secretaría General con capacidad de negociar, tener el carácter, la determinación, la habilidad política e intelectual para posicionar al PR, aún en las circunstancias más complejas o adversas. Y, al mismo tiempo, debe desarrollar su labor con total transparencia y con una comunicación fluida hacia las bases partidarias; llevando la línea y – al mismo tiempo – recogiendo el sentir de la militancia. Nada de eso se ha hecho por el actual Secretario General. Yo me comprometo a enmendar el rumbo, en el sentido señalado.

Cuéntenos sus principales ejes programáticos.

Mi candidatura es unipersonal, no está vinculada a ninguna lista nacional; ello sin perjuicio de las políticas de alianzas que desarrollemos respecto de otras candidaturas; en cualquier caso, distintas de las listas del duopolio continuista que representan Robles y Cubillos.

En ese contexto, hemos levantado una plataforma programática con Tres Grandes Ideas Fuerza y Tres Grandes Tareas Inmediatas.

Las Tres Grandes Ideas Fuerza son: reivindicar al PR como un partido de izquierda; como un partido oficialista; y como un partido que está por el Apruebo en el plebiscito de salida.

Las Tres Grandes Tareas Inmediatas son: convocar durante el segundo semestre de 2022 a una Convención Ideológico Programática; impulsar la redacción de Nuevos Estatutos del Partido Radical de Chile; y asumirnos como una Directiva de Transición, que se aboque a reconstruir el Partido y a evitar su desaparición, adoptando las acciones necesarias, véase el saneamiento administrativo y financiero; persecución penal de quienes hayan distraído el patrimonio partidario; adopción de medidas disciplinarias contra quienes, por acción u omisión, afecten los intereses partidarios; y reorganización desde el nivel comunal, entre otras.

Esto último implica, incluso, el compromiso de – eventualmente – concluir en forma anticipada el mandato, y convocar a elecciones generales, bajo la nueva institucionalidad partidaria.

¿Cuál es su postura frente al gobierno de Gabriel Boric, y por otra parte, sobre la Convención Constitucional? ¿Estará con el apruebo?

Siendo consecuente con lo que ha sido mi discurso y accionar hasta la fecha, me declaro “oficialista”, en el sentido que trabajé y voté por Gabriel Boric tanto en primera como en segunda vuelta. Y sin perjuicio de que tengo algunas diferencias respecto de algunas medidas adoptadas por el gobierno; en general, lo respaldo y estoy porque el PR siga siendo parte activa del mismo.

En ese mismo sentido, estoy convencido de que Chile necesita una Nueva Constitución Política; y que resulta indispensable derogar para siempre la constitución dictatorial. A su turno, en general comparto y valido el trabajo que ha desarrollado la Convención Constitucional y estoy de acuerdo con gran parte del texto del Borrador aprobado por ésta; y marco un claro y categórico deslinde con aquellos “radicales” que hacen eco de las fake news y las campañas del terror orquestadas por la extrema derecha.

Por lo mismo, estoy, y trabajo activamente por el triunfo del Apruebo en el plebiscito de salida de septiembre próximo. Creo que debe haber una única postura en el PR al respecto, y esta debe ser en favor del Apruebo; y que quienes están, abierta o veladamente por el rechazo, no pueden segur siendo parte del PR.

¿Cuál es su opinión respecto de la Convención ideológica del PR?

Creo que uno de los efectos más perversos de la transición pactada fue la capitulación ideológica de los partidos que fueron opositores a la dictadura. El progresivo acomodo al modelo “neoliberal”; sumado al contexto internacional de derrumbe del Bloque Socialista soviético, hicieron que la izquierda chilena en general, se quedase sin referente ni relato; conformándose con administrar el modelo legado por Pinochet, de la mejor forma posible o más bien como dirían en su momento: “en la medida de lo posible”. Así las cosas, los partidos de izquierda fueron vaciándose de contenidos y de proyecto; para transformarse en aparatos que buscaban gerenciar con un rostro falsamente social el modelo; al tiempo que la organización se puso al servicio de intereses personales o de “lotes”. Así las cosas, los partidos otrora doctrinarios, degeneraron en agencias de negocios o bolsas de trabajo; y su militancia fue arrastrada a una lógica clientelista, carente de principios y mercenaria.

Este esquema funcionó “bien” mientras el PR fue parte del poder y su élite reditó del mismo, más bien dicho, de las migajas que le arrojaban los partidos “grandes”; y mientras el modelo se sostuvo a sí mismo. Sin embargo, la descomposición ideológica trajo aparejada la decadencia moral, y los escándalos de corrupción se fueron multiplicando, dentro y fuera del Partido; lo que nos hizo alejarnos cada vez más de nuestro electorado; reduciendo aún más nuestra representación; hasta llevarnos al umbral de la desaparición.

El 18 de Octubre viene a cerrar de golpe este ciclo, golpeando en sus cimientos al modelo y desnudando no sólo sus falencias, sino también, las de esa clase política que se desarrolló durante los últimos 30 años. Todos los paradigmas “sagrados” del viejo “orden” fueron cuestionados. Emergieron nuevos actores y nuevas consignas. Y como corolario del proceso, estamos a punto de generar un Nuevo Chile, a partir de una Nueva Constitución; ello en un escenario mundial que es igualmente inestable y cambiante. De esta suerte, la necesidad de dotarnos de una Base Ideológica, Doctrinaria y Programática que de cuenta de esta nueva realidad, es prácticamente una “cuestión de vida o muerte” para el radicalismo. No basta con seguir aferrándose de forma cuasi religiosa a las glorias pasadas o a unas “raíces” que hoy nadie ve: nuestra rica historia de partido sesquicentenario es valiosa, pero no se basta a sí misma; necesitamos levantar el Radicalismo del Siglo XXI, como nuestra respuesta y propuesta frente a un Chile y un Mundo que están cambiando; y la única vía para conseguirlo, es una Convención Ideológico-Programática, cuya realización deviene urgente e impostergable.

Desde el equipo de La Gaceta Radical agradecemos nuevamente su tiempo. Para cerrar, le invitamos ahora a dar un mensaje a las correligionarias y correligionarios.

La crisis que enfrenta hoy el radicalismo, una crisis que perfectamente puede ser terminal; tiene su origen en un sinnúmero de factores, algunos propios de nuestra dinámica, otros surgidos de los procesos sociales en los que estamos inmersos. Pero, también, tiene responsables con nombres y apellidos, y esos son quienes han dirigido de la peor forma imaginable a nuestro Partido, en los últimos años.

Hoy la militancia radical tiene dos opciones: o seguir apostando a más de lo mismo, seguir confiando en que los que hicieron mal las cosas ayer, las harán bien mañana; o apostar a cambios verdaderamente radicales; con la misma audacia que tuvieron en su momento los Gallo o Matta al alzarse en armas contra el centralismo; un Letelier al proclamar que el radicalismo sería socialista o no sería; o quienes levantaron un Frente Popular, cuando nadie lo creía posible. Este no es un problema de nombres o de currículos, es un problema de posición política, de coherencia y de consecuencia; es, asimismo, una cuestión de capacidad y de independencia, en el sentido de responder – únicamente – a los intereses superiores del PR, y no a los de algún “lote”, padrinazgo o poder fáctico. Y creo que – en ese sentido – soy el más indicado para asumir esta alta responsabilidad, ayudando a guiar el timón de este viejo pero noble y poderoso buque, que hoy navega a la deriva en aguas, como nunca antes, tan oscuras y turbulentas…

Cristián R. Hidalgo Morales.

Las opiniones vertidas son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente el pensamiento de La Gaceta Radical

Esteban Kuhlmann Matus

Por Esteban Kuhlmann Matus

Administrador Público, Politólogo, Docente Universidad del Biobío. Vicepresidente COPPPAL Juvenil, Ex Presidente Nacional de la Juventud Radical de Chile.

4 comentarios en «Cristián Hidalgo Candidato a Secretario General»
  1. Soy militante Partido Radical en La Serena..Postulé a un trabajo en la municipalidad y NO tuve admisibilidad por ntener certificados de capacitación al dia…mi pregunta es ésta una regla importante cuando se tienen 10 años de experiencia laboral?..Se llama a concurso y ya tiene avanzado el cupo aquel que ya es funcionario público…esto es parte del muñequeo tecnico laboral??? Qué se puedo hacer. Saludos cordiales

    1. Buen día Co, lamento mucho tu situación. Ciertamente, con los antecedentes que expones me resulta muy difícil dar una respuesta cabal a tu interrogante.
      Hay cargos que, por su naturaleza, demandan el poseer un título profesional o un grado académico; en algunos casos, incluso, la carrera debe tener una duración mínima; eso implica que algunas designaciones a seremías del PR hayan rebotado groseramente.
      Sin embargo, y abstrayéndonos de lo meramente formal, creo que lo segundo que tú mencionas es crucial: existe una mala práctica en ciertos servicios públicos, que tienen “cortada” una designación a priori, y donde los concursos son una mera pantalla para legitimar designaciones a dedo y por cuoteo.
      Por otro lado, es un hecho de la causa que la actual directiva del PR ha privilegiado – a la hora de proponer cargos a nivel nacional o local – nexos de carácter personal, familiar o de “lote”, por encima del mérito (salvo honrosas y contadas excepciones, como es el caso de la Ministra Hernando); y los resultados de esa “gestión” han sido desastrosos y nos han dejado en vergüenza; es cosa de ver lo que ocurrió en regiones extremas con la designación de dos correligionarias como Seremis, quienes no cumplían con los mínimos requisitos legales para sus cargos. Esa lógica mediocre y nefasta va a ser erradicada, si asumo como Secretario General. De hecho, pediré informes a ciertas municipalidades y otros servicios públicos, donde ha habido denuncias por nepotismo y acomodo de militantes que no cumplen con los mínimos estándares profesionales y éticos para dichos cargos.
      El PR históricamente fue un partido de estadistas, tribunos e intelectuales de alto vuelo, que ponía a l@s mejores en cargos públicos; para servir al país (y no para “servirse del país”); bregaremos por recuperar esa digna tradición.
      Un abrazo fraterno desde Santiago…
      Cristián Hidalgo Morales
      Abogado Laboralista
      Candidato a Secretario General del Partido Radical. VOTA 22.

  2. Muy buena entrevista. Se agradece la iniciativa. Mucho éxito para vuestro devenir.
    Abrazo fraternal.

    1. Muchas gracias querido colega, correligionario y amigo!!!
      Espero contar con tu apoyo en mi quijotesca cruzada…
      Un abrazo fraterno…
      Cristián Hidalgo Morales
      Abogado Laboralista
      Candidato a Secretario General del Partido Radical. VOTA 22.

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