Entrevista a Bruno Gonçalves, joven dirigente de la Juventude Socialista de Portugal

Introducción

Bruno tiene 24 años, es oriundo de Portugal. Tiene una Maestria en Ingenieria Mecanica y actualmente se desempeña como Secretario Nacional de la Juventude Socialista. Es de destacar que viene participando de los últimos 3 secretariados nacionales de la Juventud Socialista y también fue miembro de la junta del Consejo Nacional de la Juventud de Portugal. En un ambito europeo, es además, coordinador de la Red de Educación para Jóvenes Socialistas Europeos. Hoy por hoy, aborda el desafío de ser candidato a Secretario General de la IUSY, Unión Internacional de Juventudes Socialistas.

Vamos a conocer un poco más a este joven hincha del Porto FC.

La Entrevista

Muchas gracias Bruno por darte el tiempo de responder nuestras preguntas. Como equipo de La Gaceta Radical te damos la más cordial bienvenida. Para comenzar nos gustaría saber un poco más de tu vida. ¿Desde cuándo comienzas a pensar que debes participar en la vida política y como tomas esa decisión de ser parte de la política de partidos?

Gracias por la invitación y por tu trabajo. Bueno, esa es una pregunta difícil. Yo diría que mi interés por la política, de manera general, empezó desde muy temprana edad. A lo largo de mi vida, siempre me he dedicado a las políticas de juventud, la educación y la representación de la juventud. Desde la asociación de estudiantes de mi escuela secundaria, que presidía, hasta el consejo general de la Universidad de Minho, a la que me uní, siempre he tenido un cariño especial por la política juvenil.

El interés por los partidos, a saber, la Juventude Socialista y el Partido Socialista, aparece alrededor de los 17 años. La lucha por una educación gratuita y universal, la lucha contra las injusticias sociales y la visión de una sociedad genuinamente solidaria fueron los principales motivos de mi afiliación.

Más que eso, siempre he entendido a la juventud como una fuerza de cambio, debido a su irreverencia e inconformismo. Cambio en el mundo, exigiendo a los representantes cambios efectivos en las políticas públicas, y en los partidos, trayendo nuevas causas y nuevos protagonistas.

¿Qué fue lo que te motivó a militar en el Partido Socialista, hay algún personaje que te haya inspirado o servido de ejemplo?

Bueno, yo creo que el Partido Socialista tiene, a lo largo de su historia, militantes por la libertad que inspiran la historia del partido y del país. Entre figuras convincentes, incluidos nombres como Jorge Sampaio o António Arnaut, destacaría dos en particular, por razones diferentes pero mixtas, Mário Soares y Francisco Salgado Zenha. El liderazgo popular de uno y la “conciencia moral” del otro, combinado con la lucha por la libertad de ambos, encarna la lucha permanente por la democracia y la igualdad.

De izquierda a derecha: Mário Soares y Francisco Salgado Zenha.

En cuanto a mi inspiración para unirme a la Juventude Socialista, creo que está mucho más ligada a los logros que JS supo promover en Portugal. Por ejemplo: la despenalización de la Interrupción Voluntaria del Embarazo, la despenalización del consumo de drogas blandas -una política exitosa en la lucha contra el narcotráfico y la drogadicción-, el acceso al matrimonio civil entre personas del mismo sexo, la regulación de la prostitución, la reducción de matrículas en el acceso a la educación superior, la lucha contra las desigualdades salariales, la promoción de políticas públicas para la emancipación de los jóvenes -de la vivienda al empleo-, entre mucho más. Creo, por tanto, que la verdadera razón de hoy para ser un orgulloso activista de las Juventudes Socialistas se debe al trabajo de los miles de jóvenes que lucharon por lo que creían y no dejaron a su juventud fuera de la política.

Sabemos que las realidades de Latinoamérica y Europa son muy distintas… Pero allá no todo es perfecto. ¿Cómo es vivir en Portugal y que diferencias puede haber con el resto de Europa?

Lejos de ser perfecto. La perfección, en sus diferentes vicisitudes, es una utopía hacia la que debemos caminar, con la perfecta noción de que lo más importante es el camino que tomamos.

Portugal, por su condición geográfica y su condición histórica de los últimos siglos, y los sucesivos retrasos en las reformas industriales y económicas, era un país desfasado con los sucesivos avances promovidos por los países de Europa central, algo que se intensificó con la primera revolución industrial. Su condición periférica fue, con el tiempo, un factor decisivo para esta disparidad.

Hoy creo que la realidad es bastante diferente. Si hablamos del siglo pasado hasta hoy, podemos ver que tanto la caída de la dictadura como la integración europea (al adherirse a la CEE, ahora Unión Europea) fueron agentes impulsores de la libertad y la prosperidad en el país. La conquista de la democracia y la construcción y defensa del Estado de Bienestar permitió, en Portugal, la lucha contra los problemas crónicos de nuestra sociedad. Entre 1970 y la actualidad, la inversión en educación ha permitido reducir la tasa de analfabetismo en más de cinco veces (actualmente el 5%) o aumentar el porcentaje de egresados ​​de secundaria de poco más del 3% a más del 70%. Los derechos de las mujeres les ha permitido asumir un papel central en la vida -política, económica y social- de nuestras comunidades (hoy hay más mujeres con maestrías y doctorados que hombres en el país). La mejora del parque habitacional y las infraestructuras básicas para vida de las personas – desde el saneamiento hasta la electricidad -, la construcción de un servicio nacional de salud universal para todos los portugueses, entre muchas otras mejoras, son conquistas del Estado Social.

Hoy, Portugal es un país más igualitario y más libre, pero donde, naturalmente, persisten varios problemas. Mi esperanza es que la ambición de la próxima década, a favor de un país más verde, más digital, más resiliente y más justo, pueda corregir las asimetrías que continúan aumentando. Necesitamos caminar, codo con codo con los demás países europeos, para lograr una agenda que dé a los jóvenes la esperanza de una vida digna en su país. Necesitamos acercarnos a los países más desarrollados en cuanto a la producción de cadenas de valor agregado, y reformar nuestro régimen tributario para que el estado del bienestar no se vea amenazado y que la distribución de la riqueza sea una realidad, entre los que más pueden y los que menos pueden. Pero confío en que, como lo hemos hecho en las últimas décadas, estaremos aquí para afirmar los avances en nuestro país.

¿Cómo es la relación que tiene tu partido con el actual gobierno en Portugal? Cuéntanos un poco de la realidad política de tu país y como la pandemia los ha afectado.

Con respecto a la situación actual, en el contexto de la pandemia, creo que nos hemos enfrentado, como la mayor parte del mundo, a una crisis sin precedentes que dejará consecuencias dramáticas en la vida de los portugueses. El Partido Socialista está en el gobierno en Portugal desde 2015 con el compromiso de pasar página a la austeridad que fue responsable de la destrucción de mucha riqueza y patrimonio público en el país. Lamentablemente, la esperanza, recuperada -y demostrada por los portugueses en las últimas elecciones legislativas de 2019 con el voto de confianza en el PS, afronta ahora una nueva tormenta. Para mi generación, esta es la segunda crisis económica que golpea al país en 10 años. Y es por eso que no podemos cometer los mismos errores que en el pasado y proteger a todos los que están más expuestos a las consecuencias sanitarias, económicas y sociales de esta pandemia.

Será una tarea difícil que requerirá una enorme planificación y resiliencia. Mi esperanza es que, una vez más, no se suspendan los sueños de todos aquellos que quieran estudiar, trabajar y vivir en este país.

¿Cómo ves el concierto internacional en Europa con la salida del Reino Unido de la Unión Europea?

La salida del Reino Unido de la Unión Europea debe ser, para todos los europeos, una tristeza y una advertencia. Tristeza porque, a pesar de su historia y realidad diferentes, el Reino Unido fue uno de los socios más activos en la promoción de una UE cohesiva y próspera. Una advertencia porque, como sabemos hoy, la campaña de desinformación y las ‘fake news’ supo aprovechar un sentimiento de descontento generalizado en el país y orientarlo hacia las políticas europeas. Es bien sabido que gran parte de lo que se ha dicho no es cierto: desde las conclusiones sobre el peso de las contribuciones europeas a la economía del Reino Unido hasta la posibilidad de que el Reino Unido pueda prosperar de forma aislada. Lo que sí sabemos, además, es que la UE y el Reino Unido seguirán cooperando, como lo demuestra el acuerdo comercial y de cooperación firmado entre los dos el año pasado, en el futuro.

Evidentemente, creo que esta es una señal negativa para la cooperación internacional. La amenaza al multilateralismo y su sustitución por acuerdos bilaterales es algo que debe preocuparnos como agentes impulsores de la paz y la estabilidad. Además, creo que la cooperación entre partidos europeos y los partidos socialista y laborista del Reino Unido seguirá siendo estrecha y saludable. Debemos, también en tiempos difíciles, acompañar solidariamente a nuestros compañeros británicos para que el intercambio de experiencias y políticas públicas permanezca presente en nuestro movimiento.

Sabemos que eres candidato a la Secretaría General de IUSY. Cuéntanos un poco de eso. ¿Cuáles son las potencialidades que le ves a esta organización y como las trabajarías en un eventual mandato?

Creo que el potencial de la IUSY, como organización histórica del socialismo y como la organización juvenil política más grande del mundo, es verdaderamente inconmensurable y está directamente ligado a la motivación, creatividad, dedicación y pasión que le dedicamos al movimiento y las causas que defendemos.

La fuerza de la IUSY radica en sus organizaciones y sus miembros y es por ellos que tenemos que trabajar. La ambición en torno a una organización más activa, más comunicativa que aproveche su historia para resolver los problemas del presente y del futuro. Siguiendo el camino de estabilidad que ha vivido la organización en la última década, nos queda renovar nuestra ambición y sueño. Por lo tanto, es hora de que se produzca el cambio.

El mundo, tal como lo conocemos, cambia más rápido que nunca – a las transformaciones digitales e industriales se suman reformas sociales que deben hacerse a la luz de los principios básicos del socialismo que defendemos. La defensa de la democracia, la igualdad, la justicia, la solidaridad y la libertad no puede, en ningún caso, pasarse por alto. Sabemos que los desafíos se presentan de otra manera, como la desregulación del teletrabajo o la transición digital y climática que solo está al alcance de algunos, pero sus consecuencias son las mismas que siempre hemos conocido: pobreza y exclusión social. Por tanto, necesitamos una IUSY que responda a los desafíos de la próxima década. Una IUSY que da voz a los jóvenes de nuestro movimiento y a los jóvenes que a lo largo de décadas de experiencias neoliberales se han alejado porque no se sienten representados. Es necesario implementar una visión global, cooperativa y multilateral que salvaguarde la paz y la estabilidad en todas las regiones del globo, evitando nuevos conflictos y prohibiendo el desarrollo de armas, sean nucleares o biológicas, con potencial de destrucción masiva.

Los jóvenes, como agentes de cambio, son los principales responsables de que esto suceda. Para eso, debemos ser audaces en garantizar la democracia y las libertades y en combatir los populismos y extremismos que amenazan seriamente a nuestra generación. Hay que pensar en el impacto que tiene el mundo digital en la distribución de la riqueza, en la regulación del trabajo, en la inclusión (o exclusión) de la economía y la sociedad, en la privacidad a través de los datos y en la reindustrialización de nuestros países.

Es urgente, como la IUSY lo ha hecho tan bien a lo largo de su historia, asegurar que las desigualdades no sigan empeorando y saquen de la pobreza a millones de jóvenes que ven sus vidas y sus sueños suspendidos. La IUSY debe ser un lugar de inclusión e igualdad. Una organización feminista que lucha por los derechos de las mujeres. Una organización antirracista que lucha contra la discriminación de diferentes etnias en los más diversos contextos. Una organización que defiende las comunidades LGTBI+ y un espacio seguro para todos aquellos que pueden ser lo que quieran. Sobre todo, la IUSY es también un espacio de realización y dignidad, por lo que no podemos abandonar nuestra matriz humanitaria en defensa de los Derechos Universales.

Además, esta pandemia plantea nuevos problemas, desafíos y oportunidades. Es imperativo promover una nueva agenda de salud y bienestar a escala global para prevenir futuros desastres. Ya es hora de ver el cambio climático como debe verse: la lucha de nuestras vidas. Sabemos que el tiempo se acaba y que, por tanto, es necesario acelerar el proceso global de descarbonización, combatiendo el despilfarro energético, reduciendo los plásticos en los océanos, reorganizando los procesos de producción y consumo, así como defendiendo los hábitats y la vida animal. Pero esto solo se puede hacer si la lucha climática va acompañada de una transición justa en la que nadie se quede atrás.

Desde un punto de vista organizativo, la IUSY debería buscar fortalecer sus alianzas para que llegue a más jóvenes y más organizaciones. Debe seguir privilegiando el estrecho contacto entre sus organizaciones miembros y el debate en sus propios órganos, asegurando la pluralidad y la discusión democrática. Y creo, sobre todo, que debemos apuntar más a la comunicación, una comunicación digital audaz, inclusiva, que nos permita, en todo momento, dialogar con compañeros de diferentes partes del mundo. Sé que es un desafío ambicioso, pero si es el sueño el que manda la vida, el nuestro debe ser la reafirmación del movimiento socialista, obrero y socialdemócrata.

Estoy seguro de que, con todos, haremos realidad el cambio.

Para finalizar: ¿Qué imagen tienes del pueblo Latinoamericano y que mensaje podrías darle a las y los militantes del Partido Radical de Chile que hoy te leen?

Como cualquier otra región, creo que la región latinoamericana tiene sus desafíos y su pluralidad. En primer lugar porque, como en todo, las realidades cambian de un país a otro y, a veces, incluso dentro de los propios países, entre el mundo rural y el urbano.

La imagen que tengo es la de personas resilientes y apasionadas. Apasionadas del movimiento y dedicadas a la causa. Compañeras y compañeros que sueñan con un futuro mejor para su país y que recorren miles de kilómetros cada año para hacer realidad el sueño. Y ese es mi mensaje principal: nunca renuncien a lo que creen, porque el día en que lo hagan, todas las esperanzas de un futuro mejor se desmoronan. Como diría el camarada Mário Soares: “sólo los que abandonan la lucha son derrotados”. Y así, cada día de progreso es un día de éxito.

Y como inspiración recuerdo un poema del modernista António Machado:

“Caminante son tus huellas el camino y nada más

Caminante, no hay camino se hace camino al andar

Al andar se hace camino

Y al volver la vista atrás”

Esteban Kuhlmann Matus

Por Esteban Kuhlmann Matus

Administrador Público, Politólogo, Docente Universidad del Biobío. Vicepresidente COPPPAL Juvenil, Ex Presidente Nacional de la Juventud Radical de Chile.