Carabineros de Chile es una de las instituciones que más cuestionamientos ha recibido desde el estallido social. El abuso y brutalidad policial ha sobrepasado todo límite y eso lo hemos visto en vivo y en directo a través de la televisión y las redes sociales. Muchos defensores de la institución dirán que esto es causa de una violencia nunca antes vista, que no es lo habitual, que es un montaje incluso… ¡Nada más alejado de la realidad! La política de brutalidad policial y cultura de la impunidad en Carabineros es una patología crónica, un cáncer enquistado en lo mas profundo de la estructura institucional, que, en estado de metástasis, tiene a la policía chilena en franca descomposición y ad portas de la eutanasia social. No se puede salvar una institución cuya corrupción la ha deslegitimado ante la ciudadanía. Debemos avanzar a una nueva policía, de carácter civil, con las manos limpias y con validación social.

Las caras de Carabineros

A mediados de la década de los ochenta, la consigna de Carabineros de Chile era; “Un amigo en tu camino”. Esta frase, era acompañada por dos simpáticos personajes, uno flaco y alto, y un pequeño regordete, quienes salían en spots de televisión, afiches y periódicos en todo Chile…

Había mucho que tapar con estos personajes animados: La violencia y los asesinatos perpetrados por carabineros. Los abusos en las manifestaciones sociales y el Caso Degollados habían dejado en evidencia que Carabineros era una policía política, que operaba sin ambages, a través de la tortura y el asesinato a favor de la tiranía de Pinochet. En aquel entonces la oficialidad de Carabineros, negó los hechos, dijo no estar involucrada en la matanza de profesores comunistas y se burló de los deudos. Al poco tiempo se comprobó que la DICOMCAR estaba detrás del secuestro y asesinato de los profesionales, hecho que le costó el cargo al general Mendoza en la junta de gobierno de Pinochet.

De la defensa del “legado”

Muchos dirán que esto es cosa del pasado, que ya ha pasado mucho tiempo y que no estamos en tiempos de dictadura. Nada más alejado de la realidad. Carabineros no ha cambiado nada, tal es así que hace unas pocas semanas el General Director, Mario Rozas, pretendía homenajear al sucesor de Mendoza en la Junta Militar, el General Stange, hombre duro de semblante totalitario y férreo defensor del legado de la dictadura. Quien se negó a renunciar ante la petición del Presidente de la República, Patricio Aylwin, por su vinculación a casos de violaciones a los DD.HH. A ese hombre, en pleno 2020, se le pretendía homenajear por parte del alto mando que encabeza Mario Rozas. En las filas policiales todavía existe esa semilla autoritaria desde la época de la dictadura. Nada ha cambiado en estos casi 35 años.

Los gobiernos, desde Pinochet en adelante, han validado e incluso protegido el actuar corrupto de esta institución. Se escudan en la realización de uno que otro curso de derechos humanos o encuestas de opinión pública. Pero como han dicho varios filósofos “La única verdad es la realidad”. Repasemos un poco el prontuario de la institución:

Represión

En 2006 y 2011 todos vimos por televisión como jóvenes estudiantes fueron apaleados por las Fuerzas Especiales de Carabineros en las marchas convocadas para mejorar la educación. En 2013, nos enteramos del caso de Nadia Pinto, una funcionaria de carabineros que fue víctima de acoso sexual por parte de un superior, sujeto que no recibió sanción alguna, a pesar de que incluso la denuncia fue pasada por televisión a nivel nacional en el programa Informe Especial de TVN^[1]. “Quedé sin trabajo, fui juzgada, humillada, menoscabada en mi condición de mujer, pero hoy en día me siento fuerte de poder haber hecho la denuncia y no haber caído en el juego de ellos”, asegura la víctima^[2].

Corrupción

Otro de los escándalos policiales tiene relación con el robo descarado de recursos públicos en la institución. Esto se destapó en 2017 y dejó a los chilenos de piedra. A la fecha se estima que el robo institucionalizado en Carabineros supera los $35.000.000.000 millones de pesos. Desde el alto mando hacia abajo, todos robaron y se enriquecieron con dineros fiscales, en un esquema de defraudación al Estado digno de la mafia siciliana^[3].

Montajes

En septiembre de 2017, explotó el caso “Huracán”. Ocho comuneros mapuches fueron apresados, bajo los cargos de asociación ilícita y terrorismo. Los resultados de la investigación del Ministerio Público, comprobaron que Carabineros, a través de sus aparatos de inteligencia, habían falsificado evidencias y pruebas con la intención de incriminar a líderes del pueblo Mapuche en actos terroristas. Nada era real, era un montaje para inculpar a inocentes de cargos de altísima gravedad. Carabineros en su política de encubrimiento restó importancia a este gravísimo hecho^[4].

A principios del segundo gobierno de Sebastián Piñera, este con su habitual arrogancia, presentaba a Chile el “Comando Jungla”, un grupo de choque policial para enfrentarse al pueblo mapuche, compuesto por efectivos especialmente preparados en Colombia, bajo instrucción de militares anti guerrillas. Piñera, orgulloso de su fuerza represora, nos dejó una de las imágenes más lamentables que recuerde la historia democrática de Chile. La de un país que por la fuerza pretendía combatir a sus propios pueblos originarios. Al poco andar, menos de un año después, ocurrió una nueva tragedia. Funcionarios del Comando Jungla, mataron sin motivo alguno al comunero Camilo Catrillanca, joven que estaba trabajando en labores agrícolas en la región de la Araucanía. La reacción institucional fue nuevamente el encubrimiento y las pruebas falsas. Se escondieron los videos donde se veía el cruel crimen y el gobierno respaldó la acción policial. Afortunadamente, las imágenes del asesinato del joven mapuche, salieron a la luz pública, ayudando a esclarecer el crimen. El ex ministro Chadwick tuvo que hacer una vuelta de carnero para salir a condenar el asesinato y sacar al entonces General Director Hermes Soto, lo hizo de mala gana y con polémica, pues el policía se negaba a renunciar, tal como lo hiciera Stange años atrás^[5].

El Matonaje como “Misión Institucional”

Una vez ocurrido el estallido social, la política institucional de Carabineros pasó de la disuasión al ataque frontal. Más de 400 personas resultaron heridas o con mutilaciones en sus ojos con perdigones lanzados desde armas antidisturbios de efectivos policiales.  Los más bullados, son los casos de Gustavo Gatica y Fabiola Campillay, dos civiles que perdieron la visión en ambos ojos, pues los carabineros les dispararon directamente al rostro, reventando sus ojos. Otros miles de chilenos resultaron con diversas lesiones en la revuelta. Lamentablemente la intensidad de la brutalidad policial no ha bajado. La ciudadanía fue testigo de cómo varios efectivos policiales fueron condenados por torturas y violaciones a los derechos humanos en comisarías de Peñalolén^[6] y Estación Central^[7] y a inicios de octubre, nos aterrorizamos cuando un efectivo de fuerzas especiales lanzaba a un manifestante puente abajo al lecho rocoso del río Mapocho. Una caída de más de siete metros, de cabeza. Aún percatándose de este acto reprochable, los demás policías no prestaron ayuda al herido y se pusieron de acuerdo para urdir una coartada que los exculpara del cruel acto homicida. Afortunadamente, la situación fue captada desde múltiples puntos de vista por las cámaras de las personas ahí presentes, lo que permitió la rápida actuación del poder judicial. Por si no fuera suficientemente escabrosa la historia, lo ocurrido después de esto, es digno de una película de gangsters… La fiscal a cargo del caso recibió amenazas de hombres en motocicleta en su propia casa. Uno de los sujetos que fue sorprendido por la PDI, la sorpresa fue mayor, cuando se descubrió que el individuo que rondaba la casa de la fiscal era un teniente coronel de Carabineros^[8].

¡¿Hasta cuando?!

Sabiendo todo esto, yo me pregunto: ¿Cuánta gente podría estar detenida por pruebas o testimonios falsos aportados por carabineros? ¿cuán confiables son nuestros policías? ¿Es tolerable que la policía se salte la ley? Yo creo que no, no y no.

• No podemos aceptar que Carabineros siga abusando de su poder impunemente.
• No podemos tolerar la insubordinación de Carabineros al poder civil y la democracia.
• No podemos obviar el constante desprecio de Carabineros por la justicia y las leyes.

Carabineros es una institución caduca, debe ser terminada para dar paso a una nueva policía de carácter civil. No podemos simplemente reformar el cáncer de la corrupción ya está en estado terminal. Chile debe perder el miedo al cambio. Estamos en el mejor momento para replantearnos todas las instituciones, la nueva constitución nos permite repensar que tipo de policía  necesitamos como sociedad. Debiera ser una nueva institución pensada para la realidad actual del siglo XXI y enfocada en la protección de los derechos humanos, porque el prontuario de Carabineros de Chile, pesa mucho y no se puede obviar si queremos refundar la nación sobre solidas bases de justicia y dignidad para todos.

^[1] El reportaje “Acosadores con uniforme”, del programa Informe Especial de TVN, temporada 2014.

^[2] http://www.humanas.cl/nadia-pinto-denunciante-de-acoso-sexual-al-interior-de-carabineros/

^[3] https://www.latercera.com/politica/noticia/pacogate-a-tres-anos-de-descubrirse-megafraude-en-carabineros-corte-libera-a-siete-acusados/P4ONF773A5BVNFBE3EQWACMSXM/

^[4] https://www.ciperchile.cl/2018/03/13/operacion-huracan-testimonios-y-confesiones-confirman-que-todo-fue-un-montaje/

^[5] https://www.biobiochile.cl/noticias/nacional/region-de-la-araucania/2019/11/15/caso-catrillanca-la-muerte-y-mentiras-que-terminaron-por-hacer-estallar-la-crisis-en-carabineros.shtml

^[6] https://www.latercera.com/nacional/noticia/fiscalia-confirma-detencion-de-tres-funcionarios-de-carabineros-acusados-del-delito-de-tortura/F3PXUR4TOFHVVJPEJZFJIZEF2A/

^[7] https://radio.uchile.cl/2019/09/15/dos-carabineros-son-condenados-por-torturas-ocurridas-en-estacion-central/

^[8] https://www.eldesconcierto.cl/2020/10/08/fiscal-chong-sobre-amenazas-y-ronda-de-carabinero-a-su-casa-mas-que-todo-me-preocupa-por-mi-familia/