En portada: retrato de Valentín Letelier Madariaga, estadista radical, prócer de la universalidad de la educación pública y pionero de la sociología en Chile.
La última dictadura de la derecha y de las Fuerzas Armadas, a partir del 11 de septiembre de 1973, inició una profunda transformación económica, social y cultural en beneficio del gran capital y las empresas transnacionales, generando a través del terror y el miedo grandes desigualdades e injusticias sociales.
Las bases radicales, no nos engañamos; la Derecha, sea esta social o fascista, es una sola. Sus conflictos internos son aparentes, tácticas y distractores, ella seguirá siendo estratégicamente una sola, aunque con matices. Su tarea es prolongar los beneficios que perfeccionó durante la Dictadura, ahora usando todos sus medios buscará proteger y mantener el enorme poder económico que controla.
Las bases radicales, rechazamos el neoliberalismo. ¿Por qué? Porque es un sistema inhumano e individualista, que cambió al mundo y a las personas. Vivimos en una cruel mentira, vivimos endeudados, todo es apariencia, los pobres son llamados vulnerables; los mendigos, personas en situación de calle, los cesantes con profesión y educación, son emprendedores, los pacientes, son clientes, etc. Hemos perdido nuestra compasión y otras, la dignidad, el respeto, el cariño por el otro.
Las bases radicales, con nuestro voto queremos un cambio estructural de nuestra sociedad, donde el destino de los niños, las mujeres, los adultos y todas las personas, no este determinado por el lugar y el hogar donde nacen, donde la discriminación y la desigualdad no sean parte del sistema, y donde las oportunidades no dependen de quien uno es.
Las bases radicales, no necesitamos pergaminos ni reverencias, somos rigurosos con nuestra doctrina, con el respaldo concreto de sus principios, afectuosos, tolerantes, solidarios para liberar a nuestro hermanos (as) que sufren injusticias insoportables de toda índole. Somos orgullosos de los proyectos políticos del ayer, del Frente Popular con Pedro Aguirre Cerda, de la Unidad Popular con Salvador Allende Gossens.
Hoy los radicales, con respeto a nuestra historia y a quienes ofrendaron su vida por nuestros ideales, debemos apoyar a construir el futuro, nuestra decisión debe ser inequívoca y posicionarnos en el vértice izquierdo para dar comienzo a la nueva sociedad, más democrática y terminar con la corrupción y privilegios. No es sólo cambiar un sistema oprobioso, sino comenzar a humanizar al ser humano.
Las Bases radicales aspiramos y debemos luchar por los cambios, ¡no con los mismos! Sin violencia, pero con fortaleza, humildad, lealtad y consecuencia.
Carlos Vera Cáceres
Centro de Estudios “Red Pensante”
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