Por Chile: El deber de apoyar a Yasna Provoste

Estamos en la inminencia del 21 de Noviembre donde visiones contrapuestas sobre el futuro de nuestra patria se confrontarán en las urnas. Algunas conciliadoras, otras que proponen regresión autoritaria neofascista, otras que juegan con la refundación infantil, otras que dejan visos de mentalidad de tiburón, de esas que acompañan las estafas piramidales, las sectas Herbalife, entre otras. Lo cierto es que todas estas alternativas vienen a cerrar de una u otra forma el capítulo del Chile post-Pinochet, en una elección que sin duda alguna será histórica.

Mas allá de esgrimir razones morales, como el hecho de que Yasna se impuso holgadamente en una primara de nuestro sector, que eso por cierto ya es motivo suficiente para apoyarla, aquí detallaremos más razones políticas, ideológicas, pragmáticas e incluso de clase de por qué nuestra candidata, la Senadora por Atacama, Yasna Provoste Campillay, es la candidata de los radicales y es un deber patriótico que sea la segunda mujer presidenta de este país.

Compromiso comprobado con las transformaciones

Yasna Provoste ha sido una de las más férreas críticas y detractoras del modelo neoliberal implantado tras la dictadura cívico-militar. Así lo ha demostrado en los distintos cargos que ha ocupado hasta el día de hoy.

De la historia más reciente podemos mencionar que cuando asumió Piñera, tras la paliza de 10 puntos dada a Guillier, durante el año 2018, había muchos congresistas que oportunistamente trataron de jugar al colaboracionismo. Yasna les dijo a sus colegas que aquí había que ser “oposición sin apellidos”, con respeto a los principios éticos y programáticos. Todo esto antes del estallido, cuando “no era una moda” ni existía la presión social tan grande hacia los legisladores.

Incluso cuando se trató de avanzar en la “reforma”, más que nada estética, a las pensiones en el 2019, ella denunció sin tapujos la “cocina neoliberal” que se gestaba en la cámara alta, en esos mismos términos.

Este año mientras era Presidenta del Senado logró coordinar a toda la oposición para responder frente a las migajas de asistencialismo que ofrecía el piñerismo para enfrentar la dura segunda oleada del Covid-19, lo que le valió el posicionamiento que tiene hoy en día. Del intenso debate se aprobaron los Ingresos Familiares de Emergencia – IFE Universales, vigentes hasta hoy y que han sido de gran ayuda para abordar los costos de la vida frente a una recuperación económica que nunca llega en toda regla, gracias al desgobierno de la derecha.

La venganza de la derecha

Este posicionamiento tan claro en contra del neoliberalismo, sin embargo, no ha sido fácil. Le ha valido duros enfrentamientos incluso dentro de su propio partido y coalición, que incluso llegaron a la traición durante el año 2008 en el injusto juicio político al que fue sometida y destituida como ministra.

La mentira es un arma muy poderosa. Tergiversando hechos, y dando a entender sucesos que nunca ocurrieron, es como trabajan los “bots” para difundir noticias falsas o Fake News en las RRSS con tal de desprestigiar su candidatura.

Una vendetta clara o un freno de emergencia a un liderazgo que trató de solucionar un conflicto estudiantil fuera de las lógicas de mercado imperantes, un asesinato de imagen, más bien una intentona, porque el territorio no se compró esas mentiras. Por eso Yasna arrasó en su distrito en las parlamentarias del 2013 y 2017.

Base territorial

Se habla que uno de los grandes problemas de la política de hoy en día, es de mucho candidato que con un poco de exposición mediática comienza a tener una suerte de delirio mesiánico y piensa que puede ser un buen líder con poca o nada experiencia pública. A eso se suma usualmente una carencia total de bases o arraigo territorial. Crítica muy cierta, que se expresa recurrentemente con autoridades que se cambian como si nada de un distrito a otro o que descienden como dioses o “divos” cuando desembarcan en periodo electoral designados desde las cupulas en Santiago.

En contraste total con esta situación, la Senadora Provoste ha construido, desde los 14 años, una tremenda base de apoyo popular en su región, Atacama, que como ya dijimos, la llevó a tener mayorías aplastantes en su elección como diputada el 2013 y senadora el 2017. Si uno pregunta por la zona, la respuesta es directa: ella nunca ha abandonado a su natal Vallenar, una modesta ciudad del Norte Chico, que al igual que gran parte del territorio nacional se ve afectada por el espantoso centralismo de nuestro país. Tema que tocamos en detalle hace unos meses en el siguiente artículo: https://lagacetaradical.cl/nicolas-cabero/2020/795/

Cuando proclamó su candidatura presidencial y triunfó en la primaria del sector: ¿dónde estaba? En Vallenar, agradeciendo la lealtad de la gente.

En fin, Yasna es de esas lideresas que no contempla el éxito si no es colectivo. Siempre se la ha jugado por la gente, y la gente, incluso de distintas tendencias políticas, reconoce naturalmente su trabajo por el territorio y la comunidad.

El discurso de clase

Una tónica discursiva que ha tomado una caricatura de izquierda más extremista, o “ultrona”, como quieran llamarla, es más allá de ideas, propuestas o actuaciones, es atacar el origen social de los personeros políticos.

Si bien la idea puede partir “bien intencionada” en el sentido de denunciar que muchos políticos y tecnócratas “no tienen calle”, que no entienden cómo funciona la cosa, mucha academia y poca práctica, que son de un mundo privilegiado y como consecuencia de ello, más importante aún: que tienen una desconexión con la realidad del común de la gente que les impide gobernar adecuadamente.

Precisamente Yasna Provoste es todo lo contrario a esa caricatura: ella es del “pueblo llano”: proviene de una familia de pequeños microbuseros de Vallenar, que armaron la empresa a puro “ñeque”. Estudió en liceo público, luego se fue a Valparaíso, a la Universidad de Playa Ancha, a seguir con su educación superior, donde pasó por más de alguna “pellejería”. Siendo deportista participó en distintas competiciones de gimnasia a puro “pulso” como la gran mayoría de deportistas chilenos que practican gimnasia ya sea de manera profesional o como un pasatiempo. En suma, una vida construida desde abajo, sin privilegios.

Quienes quieran votar por clase social, a menos que usted sea privilegiado ABC1, la candidata natural será Yasna Provoste.

La hazaña histórica

Yasna es Diaguita. No muchos lo han dimensionado, pero si Yasna fuese electa sería la segunda persona indígena en liderar el gobierno de un país sudamericano, después de Evo Morales, y sería la primera mujer en hacerlo. Una hazaña verdaderamente histórica en un país que ha demostrado ser racista y eb gran parte desclasado.

Un triunfo así sin duda le taparía la boca a la derecha más dura y reaccionaria. Sería un gran legado para iniciar la reconstrucción nacional tras el desastre dejado por el piñerismo. Una mujer indígena que viene de abajo llegando a presidir el gobierno: Si, por primera vez estamos mas cerca que nunca.

Como una feliz coincidencia, la región que ella ama y de donde emerge, tambíen fue la cuna del Radicalismo.

Gobernabilidad y freno al fascismo

Dejamos para el final lo más importante: el tema de la gobernabilidad.

La situación política, económica, social y moral del país es demasiado endeble y eso debe tenerse en cuenta a la hora de hacer grandes transformaciones.

Independiente de los cambios urgentes a implementarse como primeros pasos de un futuro gobierno, la verdad es que evolucionar de la cosmología del neoliberalismo, no es tarea fácil. Tomará su tiempo cambiar lo que se implantó con puño de hierro durante 17 años y que con algunas reformas importantes siguió enquistado por otros 30.

Si la experiencia histórica y comparada dice algo es que tratar de hacer cambios arrebatadamente, careciendo totalmente de una transición o un programa de implementación, son justamente la forma en que se hacen cambios que NO perdurarán en el tiempo.

No creemos que Gabriel Boric por sí mismo sea un eventual mal presidente, pero tiene un problema del que le es imposible desligarse, y es su coalición: la pugna entre el PC y el FA ni se oculta en la constituyente y eso se trasladó a la arena presidencial. De momento, comunicacionalmente, no hay más peleas porque se necesita la unidad por cuestiones electorales. Pero está ahí el conflicto latente.

A ese conflicto, se suma el más grave aún de la polarización galopante, que se gesta día a día.

Gracias al desastre generado por el piñerismo en su gobierno, con la consecuente sensación de inestabilidad, y por otra parte el “talibanismo neoliberal” lo que vendría siendo el creciente atrincheramiento ideológico en influyentes sectores de la centroderecha tradicional frente a la amenaza que perciben, punitiva, de parte de un movimiento social y constitucional, ha hecho que la carta oficialista Sichel, que jugaba a coquetear con el centro, se desplome al no ser representativa de las fuerzas de derecha.

El problema es que eso ha hecho que el neofascismo y las fuerzas ultraconservadoras encabezadas por José Antonio Kast y el Partido Republicano suban como la espuma, al nivel que ya congresistas de Chile Vamos descaradamente se pasan a ese bando. Es mi deber señalar que un proceso similar ocurrió en Brasil el 2018 que frente al desplome de los partidos de derecha y centroderecha tradicionales gracias a la grave crisis política y económica arrastrándose años, el vacío de poder fue ocupado por el fundamentalismo cristiano. Asimismo, el fraccionamiento de todas las fuerzas políticas dejó la carretera asfaltada para que Bolsonaro capitalizara la rabia de la gente que le permitiera a ganar cómodamente. En la izquierda, errores hubo muchos, pero si algo generó mucho ruido fue que el candidato Fernando Haddad, llevara como compañera de fórmula a Manuela D’Ávila, militante comunista.

Lamentablemente el análisis sociológico indica que en una segunda vuelta Kast – Boric la ultraderecha ganaría cómodamente. Sería la hora del “partido del orden” y a costa de todo lo demás, porque claramente un triunfo de Kast solo terminará de desagarrar el país.

Este desolador panorama se puede evitar con Yasna Provoste, ya que tiene la capacidad de tender puentes entre fuerzas diversas pero manteniendo una firme vocación transformadora, y así lo demostró siendo presidenta del Senado.

La situación es demasiado mala como para arriesgarse a entregarle el país a la ultraderecha en bandeja. Por más que sea la fantasía de algunos, un grupo de universitarios izquierdistas no le ganarán al neofascismo a base de soberbia y purismo, mucho menos harán la revolución sin bases políticas ni sociales organizadas. Me permito declarar que creo que no dimensionan a la fuerza que se enfrentan, ni tampoco lo harán. Al final si las cosas se ponen más, los dirigentes se arreglan los bigotes, pero el pueblo siempre paga los platos rotos. No nos podemos dar ese lujo.

Es por estas razones, y muchas más que no alcanzamos a poner en este escrito, a mi juicio ya más que extenso, de que los Radicales estamos con Yasna Provoste Campillay y seguiremos dando la pelea hasta el final, porque tenemos claro que estamos en la vereda correcta.

Senadora Provoste: Usted es chilena de a pie, de calle, que tiene el corazón del lado del pueblo y que conoce como funciona el Estado. Tiene el deber patriótico de iniciar el ciclo del Nuevo Chile: un país libre y justo, para lo que cuenta con el apoyo de todas las fuerzas progresistas que están realmente comprometidas con el futuro del país. Cuente con nuestro más sincero apoyo.

La Gaceta Radical

Por La Gaceta Radical

Cuenta de la administración y linea editorial de La Gaceta Radical.