Entre las Torres 4, 5 y 6 de la remodelación San Borja podemos encontrarnos con una pequeña placita que se asoma como pidiendo permiso para existir, pero que sin lugar a dudas ha marcado la historia de este sector y sobre todo de sus habitantes. Punto de encuentro, espacio para deporte, cultura y esparcimiento durante muchos años ha sido mudo testigo de los hitos que han marcado la historia de nuestro Chile republicano.
La plaza debe su nombre a una antigua calle llamada “Calle Pedregal o Del Pedregal” que recorría desde la Alameda de las Delicias hasta la plaza que hoy lleva su nombre, en la época además se llamaba El Pedregal a este sector, por lo que no es raro que la placita lleve ese nombre en honor al antiguo Santiago.
La calle Pedregal no solo tiene historia reciente, puesto que antes de ser este sector fue territorio del imperio inca, ya que en 1970 se encontraron restos de sepulcros incaicos con vasijas y recipientes de orfebrería junto a osamentas humanas de la época imperial. Finalmente, el año 1977 se demuele el antiguo hospital San Borja, y los urbanistas de la época comienzan a crear un nuevo plano urbano que da por finalizada la existencia de la calle El Pedregal.
Hoy en día la plaza está enrejada y renovada por las autoridades desde mediados del 2020 y sigue siendo punto de encuentro para residentes, vecinos y vecinas y que ha sido testigo de la historia del territorio, y de las personas que han vivido en ellos, siendo incluso uno de los lugares más concurridos del fallecido vagabundo conocido como el “Divino Anticristo”, esta placita casi olvidada en medio de la remodelación es la muestra de que los nombres que damos a nuestros lugares públicos cuentan algo, nos gritan nuestra historia oculta o más bien olvidada.
Este artículo llega a ustedes como parte del Proyecto de Fortalecimiento Técnico Audiovisual de La Gaceta Radical, gracias al financiamiento del Fondo de Fomento de Medios de Comunicación Social del Gobierno de Chile y del Consejo Regional Metropolitano de Santiago.