La nueva directiva del PR, liderada por Leonardo Cubillos, tiene numerosos desafíos por delante. No solamente asumir el declive de décadas del Partido Radical en organización y actividad política, sino también los problemas administrativos y de orden contable, un contexto aún marcado por la crisis político-social, la mentalidad pandémica… La tarea es grande para tan sólo para salir del agujero, y ello requerirá la focalización de los primeros esfuerzos.
No obstante hay mejoras urgentes y profundamente necesarias para que nuestro partido no solamente sobreviva a los problemas, sino para que pueda aspirar a volver a ser influyente en la palestra pública. A continuación, paso a señalar algunas de las que, a mi juicio, son las principales áreas en las que el partido debe reforzar su trabajo de cara al nuevo periodo directivo, y a dejar las lógicas del siglo XX atrás.
Mejorar la comunicación entre el partido y la ciudadanía
El partido tiene una nula política de comunicación con sus militantes y con la ciudadanía en general. Salvo por algún que otro posteo en redes sociales, y sin ninguna planificación mayor, nada se hace para comunicar las ideas o las decisiones que toman las dirigencias partidarias. Esto no sólo genera un nulo conocimiento público de las actividades del partido, sino que también es caldo de cultivo para las actitudes poco transparentes que tanto daño le han hecho a nuestra organización.
Hay que generar canales de comunicación oficiales que hagan su trabajo, de forma seria y constante. No basta con un “tuit” hablando de un chiste que hizo el presidente del partido o una transmisión en vivo de una de las escasas actividades partidarias. Hay que tener una política comunicacional clara y constante que acerque la vida partidaria a la ciudadanía, hay que abrir las puertas y mostrar que el partido es un espacio de reunión de la comunidad y nuestras ideas. Mi propuesta es que se organice un plan comunicacional con objetivos concretos a corto, mediano y largo plazo, que modernice las comunicaciones de forma clara y ordenada. Esto a cargo de la directiva central y de sus respectivos encargados de las comunicaciones.
Organizar la tan ansiada Convención Nacional del radicalismo.
Desde hace mas de una década que no se ha realizado la Convención Nacional de nuestro partido, instancia máxima en que el radicalismo define su postura política y sus ideas para afrontar un nuevo periodo político. Es indudable lo mucho que ha cambiado el país desde 2011 hasta hoy 2022, desde el comienzo de la revolución estudiantil, hasta el estallido social, pandemia y proceso constituyente han formado una nueva geografía policía y social que exige una actualización de nuestra organización partidaria. Muchas veces, las anteriores dirigencias han hecho ademanes de que van a organizar la convención y nunca lo hacen, faltando a sus promesas electorales y a los distintos acuerdos de los organismos partidarios. Leonardo Cubillos debe convocar a la Convención Nacional, la única que puede elaborar un programa concreto y representativo para que nuestro partido tenga vigencia de cara al nuevo ciclo político.
Revitalizar la democracia interna
Elecciones Irregulares
Desde hace varios años, la democracia interna del partido está en entredicho, ya que, a pesar de los esfuerzos de varias directivas cada vez que hay un acto electoral o algún cambio de dirigentes se desatan conflictos y acusaciones de fraude o como mínimo, notables problemas de organización del acto electoral.
Esto se debe a que no se respetan los plazos, ni las formas, ni los tiempos para realizar los actos eleccionarios. Por ejemplo, según el estatuto partidario, cada tres años se deben celebrar elecciones para renovar la directiva. En la práctica, siempre se alarga el periodo de los dirigentes de tres a cuatro años, argumentando “el momento político excepcional” por el cual se está atravesando. Esta situación lo que provoca, es un desgaste de los dirigentes, y una sensación de desorden y poca transparencia interna.
Mi propuesta en este sentido es asumir la realidad, asumiendo en el estatuto un periodo fijo de cuatro años, sin posibilidad de alargues y que coincida con el inicio del periodo presidencial en Chile, así se evitará este alargue artificial de los periodos de los dirigentes y se tendrá claridad de cuando habrá elecciones.
Falso Asambleísmo
Otra de las propuestas que hago, es sancionar las actitudes poco transparentes y reforzar el trabajo administrativo para generar transparencia interna. Dentro de nuestro partido, lamentablemente hay personas que se han adueñado de las organizaciones territoriales. Verdaderos caciques locales que hacen y deshacen usando el nombre del PR para sus fines personales. El PR debe exigir que cada uno de sus dirigentes de cuenta de los posibles conflictos de interés y de cuando actúa a titulo personal o a nombre del partido. Hay muchas “asambleas comunales” o “asambleas distritales”, compuestas por una sola persona o una sola familia que actúa a nombre del partido, pero que se reserva el derecho de admisión y no deja participar a toda la militancia en sus actividades.
Estos grupos, son profundamente nocivos para la organización partidaria, generan conflictos que pasan de lo estrictamente personal a lo político, creando enemistades y quiebres que merman el contacto del partido con la ciudadanía. También hay que señalar que estos grupos por lo general carecen de toda clase de organización formal, por lo que no hay actas, ni registro alguno de las actividades partidarias.
Mi propuesta es que cada una de las orgánicas comunales, tengan regularidad demostrada mediante el registro de cada una de sus reuniones, para que así los militantes puedan estar informados y participar de las actividades del partido a niveles locales, y que sea la Directiva Nacional quien fiscalice y sancione las actividades poco transparentes y se proceda a reconstituir las asambleas ficticias. Hay que mencionar que la ley exige este mínimo de transparencia para la orgánica partidaria, y que en la practica el partido no está cumpliendo esta exigencia legal.
Cierre
Estas son solo algunas de las propuestas que humildemente pongo sobre la mesa, solo el tiempo dirá si es que la directiva es capaz de abordar estos desafíos o solamente asistiremos a una nueva iteración de los errores que han dejado en tan mal pie a nuestro partido durante años.
Mario Higuera
Profesor de Historia, comentarista.
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Nuestro partido, en los últimos años, a funcionado en base al caudillismo y no deja funcionar el partido, espero esta vez pueda funcionar, VIVA EL PARTIDO RADICAL, comenta un radical desde agosto de 1968, JRR
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A mí juicio nuestro PR CARECE de identidad POLITICA y SOCIAL frente a la sociedad, la sociedad actualmente lo reconoce como un Partido Político en extinsión. El otro problemas a mí juicio que se debe erradicar son los dirigentes que son elegidos por los grupos de siempre, y se benefician del y con el grupo como niños obedientes, eso espero que el actual Presidente tenga la capacidad de crear un instrumento que permita sancionar este tipo de malas prácticas para que vuelva la confianza al interior del partido, me refiero a aquellos Correligionarios que perdieron el cariño por el radicalismo. Finalmente si el Presidente desea reconocimiento y confianza hay dos elementos que están a mí juicio encubierto y sin gestión eficiente, me refiero al tribunal de disciplina (que seguramente debe recordar nuestro Presidente Luis Cubillos), y las rendiciónes con transparencias que tiene relación con los ingresos y gastos de cada una de las regiones.