Gianmarco Azabache Vargas es un joven político peruano analista y consultor en comunicaciones, de la ciudad de Lima, la capital de su país y militante del APRA, ha representado a su país y a su partido en varias instancias internacionales como plenarias de COPPPAL y COPPPAL Juvenil siendo dirigente de estas organizaciones y director de la revista “juventud XXI” entre tantas otras cosas que él mismo nos va contar en la siguiente entrevista.
Bienvenido Gianmarco muchas gracias por responder nuestras preguntas. Primero nos gustaría saber un poco más de tu vida: ¿De qué lugar de Perú eres? ¿Cómo es la vida en tu país?
Soy de la capital, de Lima, como le solemos decir con mucho cariño “Lima, la gris”. Es una ciudad vibrante y diversa con una mezcla única de historia, cultura y modernidad. Es muy amable y ello lo demuestra su gente, siempre en sonrisas, a pesar de los problemas que nos pueden aquejar. El limeño es pujante y creativo. No importa si el mundo se nos viene encima, nosotros podremos con él.
Lima tiene una rica historia y patrimonio cultural. La ciudad cuenta con numerosos museos, como el Museo de la Nación, el Museo Larco y el Museo de Arte de Lima, donde se pueden explorar artefactos y exposiciones que muestran la historia y la cultura peruana. Además, el centro histórico de Lima es considerado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y alberga iglesias, plazas y arquitectura colonial impresionante. Además, somos conocidos como la capital gastronómica de América Latina (nuestro orgullo) y hemos ganado el reconocimiento mundial por su variada oferta culinaria.
Aunque es obvio que no escapamos a los problemas, Lima es una ciudad con un tráfico intenso, lo cual puede ser un desafío en términos de desplazamiento y congestión vehicular. Se dice que “quien aprende a manejar en Lima, puede manejar en cualquier parte del mundo”. Sin embargo, también contamos con un sistema de transporte público que incluye autobuses y un sistema de metro en expansión (el Tren Eléctrico), lo que facilita la movilidad dentro de la ciudad. Una obra que puede recorrer la capital de extremo a extremo en un lapso de una hora, una genialidad que se le debe al gobierno aprista.
La inseguridad no es ajena, hoy se vive un mayor índice de delincuencia, aunque al haber tenido la oportunidad de salir a otras tierras, he podido comprobar que no llegan a los mismos niveles de riesgo, pero ello no quita que nuestra ciudad cada día está perdiendo su seguridad, sobre todo en los lugares más humildes, ya que la desigualdad social, económica y educativa si son los más grande males que aquejan a nuestra gris ciudad.
¿Por qué empezaste a interesarte en la política, que edad tenías y como fue el proceso a pasar a ser militante?
Justamente por lo último que mencionaba, los que aún son problemas que aquejan a mi tierra, a mi patria. La desigualdad también es un punto crítico desde mi lectura. No creo en el asistencialismo, pero sí creo en promover oportunidad, brindar las herramientas para que puedan llegar, no dejar solos en el camino. Esos eran mis sueños cuando tenía aún 14 años, allá por el 2003. Por casualidad me topé con un escrito sobre Luis Alberto Sánchez, el genio, y así fue poco a poco acercándose mi simpatía y admiración por el aprismo. Me consideré a mí mismo aprista al año siguiente, cuando ya cursaba mis 15, pero no fue hasta el 2010 en que llené mi primera ficha, en la base central de Alfonso Ugarte, para poder militar en San Miguel, el distrito que me vio nacer y el que me acompañará en mis últimos días. Comprobar que el servicio social, el ayudar, dar una mano no era campaña electoral, era una obligación al llamarte aprista. No importa el día, el mes, el año, para hacer aprismo, pues tenemos la obligación de servir y rendir honor a la memoria a aquellos que entregaron su vida, a los mártires apristas, en búsqueda de una sociedad, un Perú más justo y más libre.
Un día me di cuenta que mi vida ya no le daba un tiempo al APRA, sino que mi vida se había vuelto el APRA. Y ahora aquí estoy, me encuentre en donde me encuentre, llevo las banderas del aprismo y procuro llevar su mensaje y acción a donde la vida y el tiempo me permitan.
Cuéntanos un poco sobre la historia de tu partido y como ha sido la experiencia de ser militante.
El Partido Aprista Peruano (PAP) es la sección peruana (valga la redundancia) de los que es la Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA), esta nace en México allá por 1924, y surge como un pensamiento continental, por ello dicen que “el APRA es doctrina de América Latina”, prueba de ello fue la existencia de partidos apristas en Costa Rica, Cuba, entre otros, o partidos grandes que nacieron bajo la influencia doctrinaria del APRA como Acción Democrática en Venezuela. Nuestro líder y fundador, Víctor Raúl Haya de la Torre, logra concebir este pensamiento luego de haber recorrido el mundo (y no por placer, sino por persecución política) y comprender que nosotros, América Latina y el Caribe (o Indoamérica, como decimos) merece un pensamiento propio y no un “copia y pega” como sucede en algunos lugares, debido a ello que rezamos “Ni con Washington ni con Moscú, solo el aprismo salvará al Perú”, por ser caso nuestro. El PAP nació en 1930 debido a la necesidad de tener una voz que reclame y luche por la necesidad de justicia que se necesitaba -y se sigue necesitando. Solo son unas pinceladas muy ligeras de la historia del APRA y ya nos tomamos tiempo, hablar puramente de la historia aprista sería interminable, querido Esteban.
Sobre cómo ha sido mi experiencia al ser militante, solo lo puedo resumir en tres palabras: “mística, inigualable y gratificante”. 
Sabemos que tienes un vasto conocimiento sobre política internacional, has estado en varios países y participas en organizaciones políticas internacionales ¿cuáles piensas tú que son los problemas más urgentes que aquejan a nuestra América latina?
Agradezco la gentileza de tus palabras, pero no creo tener “vasto conocimiento” sobre política internacional”. Considero que he avanzado en este campo. Soy consciente que aún estoy en formación, pero siempre trato de dar lo mejor de mí, y poner en ejecución de la mejor forma lo que he aprendido. Respecto a los problemas más urgentes que aquejan a LATAM, pues es importante tener en cuenta que la situación puede variar en cada país y región, y que la lista no es exhaustiva. Algunos de los problemas más urgentes en América Latina considero son:
- Desigualdad socioeconómica: La región sigue enfrentando una brecha significativa entre los ricos y los pobres, lo que genera problemas de acceso a servicios básicos, educación, salud y oportunidades económicas.
- Pobreza y exclusión: A pesar de los avances en la reducción de la pobreza en algunos países, todavía existe un porcentaje importante de la población que vive en condiciones precarias y no tiene acceso adecuado a recursos y servicios básicos.
- Corrupción: La corrupción es un problema generalizado en muchos países de América Latina, lo que afecta negativamente la calidad de los servicios públicos, la confianza en las instituciones y el desarrollo económico.
- Violencia y criminalidad: La región enfrenta altos índices de violencia, incluyendo homicidios, delincuencia organizada y violencia de género, lo cual afecta la seguridad y la calidad de vida de las personas.
- Acceso a la educación y calidad educativa: Aunque se han logrado avances en la expansión del acceso a la educación en la región, persisten desafíos en términos de calidad educativa, disparidades en el acceso a la educación de calidad y la necesidad de una educación que promueva habilidades relevantes para el empleo y el desarrollo humano.
- Salud pública: La región enfrenta desafíos en términos de acceso equitativo a servicios de salud de calidad, la lucha contra enfermedades transmisibles (como el VIH/SIDA, la malaria y el dengue) y la mejora de la atención materno-infantil.
- Cambio climático y medio ambiente: La región es vulnerable a los efectos del cambio climático, incluyendo sequías, inundaciones y fenómenos extremos, lo que afecta la seguridad alimentaria, la disponibilidad de agua y la conservación de los recursos naturales.
Estos son solo algunos de los problemas urgentes que enfrenta América Latina, y cada uno de ellos requiere de acciones y políticas específicas para abordarlos de manera efectiva.
¿Cómo ha se ha llevado la situación política luego de la destitución y detención del expresidente Castillo?
Caótica. Castillo junto a su círculo tal vez fue de lo peor que le pudo suceder al país, y definitivamente es la muestra de la mediocridad e improvisación política, situación a la que no escapa la actual presidenta Boluarte, pero esto va más allá… Perú ha estado convulsionado en los últimos años por la agitación política, los rápidos cambios de presidente y los constantes escándalos e investigaciones. La pérdida de la confianza y de la credibilidad.
Con la caída de Pedro Castillo y el ascenso de Dina Boluarte, Perú suma ya seis presidentes de la República desde 2018. En marzo de ese año, se produjo la renuncia del mandatario Pedro Pablo Kuczynski, quien había sido electo en los comicios de 2016 y optó por renunciar al cargo antes de que el Congreso procediera a realizar una votación -que el mandatario tenía perdida- para destituirle.
Kuczynski fue sustituido por su entonces vicepresidente Martín Vizcarra, quien fue removido del cargo por el Parlamento en 2020. Vizcarra, hoy inhabilitado de ocupar algún cargo público, fue sustituido por el congresista Manuel Merino, quien renunció al cargo cinco días después de asumir la presidencia. En su lugar, el Congreso juramentó a Francisco Sagasti, quien gobernó el país hasta la elección de Castillo.
La situación del Perú se debe a que la clase política ha perdido el objetivo de “hacer política”, de “servir” y han preferido “servirse” de quien más los necesita: el pueblo. El descontento de la ciudadanía y el aprovechamiento de la pesudo clase política ha concluido en este caos político al que las nuevas generaciones debemos poner fin. Estamos obligados moralmente a recuperar aquella política a la que Haya de la Torre acostumbró al Perú: hagamos docencia con decencia. Reconstruyamos aquel vínculo y verdadera representación de la clase política con el país.
¿Cuáles crees tú que son las principales necesidades del pueblo peruano hoy en día y como debiese abordar estos problemas desde el Estado?
Los problemas del Estado son muchos, pero quisiera siempre mencionar tres: trabajo, salud y educación. En el quinquenio del 2006 al 2011 (segundo gobierno aprista) se trató de luchar fuertemente contra ello. Allí están los índices, los números, la data. Los puestos de trabajo aumentaron considerablemente. La economía se presentó estable. Se construyeron hospitales modernos e implementados en todo el país, y desde que acabó el gobierno no se ha vuelto a construir otro hospital. Los índices de anemia y desnutrición disminuyeron considerablemente. La calidad de vida mejoró. El analfabetismo se redujo en varias partes del país y fue un hecho reconocido en el mundo entero. La remodelación y equipamiento de los colegios, las exigencias a los docentes para su correcta capacitación. ¡Fueron tantas cosas! Realmente, el gobierno total fue reconocido por el mundo entero, pero la mezquindad política es así, quienes vinieron detrás no lo quisieron reconocer, pero -lo que es peor- tampoco les interesó continuar con lo que ya se había iniciado. Tal vez ese sea el mayor problema de los gobiernos latinoamericanos.
Para finalizar nos gustaría que pudieras entregar un mensaje a quienes leen la Gaceta Radical desde Chile y sobre todo en las y los militantes del Partido Radical.
No se rindan. No rompan esas promesas que se hicieron a ustedes mismos en que algún día lograrían cambiar el mundo. Y no dejen que les digan “no puedes cambiar el mundo”, ustedes sigan creyendo que sí, sigan luchando buscando alcanzar esa meta, porque aquellos que logran pequeñas cosas fue porque pensaron en pequeño, ustedes deben pensar siempre en grande para darle el honor que se merece el radicalismo, y lograr la grandeza que su nombre histórico merece. ¡Siempre sueñen! Pero sueñen despiertos, porque despiertos construimos. Soñemos caminando, porque caminando avanzamos hacia nuestros sueños.