Javier Milei representa una ofensiva audaz de la oligarquía en su intento por consolidar un modelo económico basado en la desprotección social y el privilegio de las grandes corporaciones. A diferencia de las tácticas reformistas habituales, que maquillan las políticas capitalistas con retórica popular, Milei ha optado por una estrategia frontal y sin concesiones. Aunque habla de las libertades del pueblo, sus decisiones revelan el verdadero espíritu de la economia liberal: el capitalismo en su máxima expresión. Está en su naturaleza la acumulación de la riqueza en las élites económicas, que consolidan sus privilegios a costa del sufrimiento de millones de argentinos.

¿Cómo está el pueblo?

El pueblo argentino enfrenta una crisis que no para de profundizarse. Los precios aumentan a diario, el poder adquisitivo se derrumba, las políticas de la “motosierra” y la desprotección social del gobierno son indiferentes ante las necesidades de los sectores más vulnerables, que en teoría deberían ser los más beneficiados por las reformas prometidas. Según Assosiated Press, las políticas de Milei tienen el triste mérito de haber elevado la pobreza más de 10 puntos en sólo 6 meses. La mitad de la población o sea 25 millones de argentinos estan debajo de la linea de la pobreza. Así la promesa electoral de dolarizar y desregular la economía como panacea a todos los males se ha convertido en un espejismo, cuyos costos reales recaen sobre quienes ya entraron en la pobreza.

El ataque a las universidades públicas es otro golpe brutal de la oligarquía. La educación, una herramienta fundamental para la movilidad social, está siendo desmantelada bajo el pretexto de la austeridad.

Sin embargo, esta ofensiva ha generado una creciente resistencia social, liderada por estudiantes que se niegan a permitir que se elimine la educación como uno de los pilares fundamentales del país. Este movimiento marca el inicio de una nueva ola de movilización y resistencia popular.

¿Cómo está la política?

La llegada de Milei ha polarizado el escenario político en dos bloques claramente definidos: aquellos que negocian con él y aquellos que lo rechazan de manera contundente. En este nuevo panorama, primero está el bloque de incondicionales de Milei de La Libertad Avanza (LLA), que suman fuerzas junto a Propuesta Republicana (PRO) y la Unión Cívica Radical (UCR) siendo los principales apoyos del gobierno. En oposición, el Partido Justicialista (PJ) y el Frente de Izquierda y de los Trabajadores lideran la resistencia a la agenda neoliberal.

¿Qué está haciendo Propuesta Republicana (PRO)?

El PRO, el clásico partido de derecha liberal-conservadora, ha sido un aliado clave de Milei, respaldando plenamente su agenda neoliberal. Sin embargo, mantienen un enfoque más cauteloso, conscientes de que un extremismo neoliberal podría ser contraproducente. Temen que estas políticas desaten un estallido social similar al de 2001, lo que no solo pondría en jaque al gobierno de Milei, sino que podría desacreditar aún más al propio sistema capitalista, abriendo espacio a movimientos de izquierda que canalicen ese descontento popular. Por eso, abogan por una implementación más gradual y moderada de las reformas, recordando las lecciones de la presidencia de Mauricio Macri.

¿Qué está haciendo la Unión Cívica Radical (UCR)?

La UCR ha mostrado su apoyo a la Ley de Bases de Milei, lo que evidencia su alineación con la agenda neoliberal. Esta postura refleja la contradicción de un partido que, en sus inicios, defendía los derechos sociales y la democracia, pero que hoy se ha acercado a posiciones que favorecen a las élites. Sin embargo, nobleza obliga a decir que el radicalismo argentino no se limita a la UCR. Diversos movimientos de inspiración radical continúan luchando dentro y fuera del partido, en defensa de la coherencia histórica y doctrinaria, oponiéndose frontalmente a las políticas neoliberales y manteniéndose del lado del pueblo en estos momentos difíciles.

¿Es necesario el justicialismo?

La pregunta crucial es: ¿quién ha defendido realmente al pueblo en este contexto de crisis? Mientras algunos partidos han apoyado o colaborado con las políticas de Milei, ha sido el bloque de Unión por la Patria, es decir, el justicialismo, el que ha mantenido una postura firme de oposición. Si bien el peronismo tiene su propia historia con luces y sombras, hoy se presenta como la principal barrera contra las políticas neoliberales que están afectando a los sectores más vulnerables. Junto a otras fuerzas de izquierda y centroizquierda, el justicialismo se erige como la viga maestra que sostiene la resistencia popular al neoliberalismo en Argentina.

¿Qué hacer?

La situación en Argentina nos invita a reflexionar no solo sobre los actores políticos, sino sobre nuestro propio rol como ciudadanos. Las contradicciones del sistema se vuelven cada vez más evidentes, y es en estos momentos cuando debemos preguntarnos: ¿qué estamos haciendo nosotros? ¿Somos espectadores pasivos, o estamos tomando acción para cambiar lo que nos rodea? Esta es una pregunta que trasciende fronteras, porque la lucha contra la desigualdad es universal. Ser espectadores pasivos no es una opción. Ser una persona ética en tiempos de crisis implica informarse, cuestionar las estructuras y, sobre todo, actuar. Actuar para generar conciencia, actuar para organizar a la comunidad.

Fuente: AP Photo/Natacha Pisarenko.
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