Introducción
Christian es kinesiólogo y Magister en Gobierno y Gestión Pública. Fue secretario de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Playa Ancha en Valparaíso, presidente de su carrera durante 4 años.
En el ámbito partidario desempeñó numerosos cargos dentro de la Juventud Radical, llegando a ser Presidente Nacional de la JR. Dirigente de destacada proyección en el Partido Radical, con gran participación internacional en la IUSY. Como funcionario de estado, también destacó como director regional del Instituto Nacional de la Juventud en la Región de Valparaíso en el segundo gobierno de Michelle Bachelet. Gran preámbulo para un gran correligionario. Sin más, pasamos a la entrevista.
La Entrevista
Buenas Tardes Christian, muchas gracias por acceder a responder las preguntas de La Gaceta Radical. Para empezar nos gustaría saber un poco más de tus orígenes y cómo es que te tuviste tus primeros acercamientos a la política.
¿Por qué te inclinaste por el Partido Radical? ¿Qué fue lo que encontraste en este partido que no había en otros lugares?
Antes de tomar la decisión de incorporarme activamente como militante del Partido Radical reflexione sobre tres cosas. La primera, es que siempre he tenido una preocupación por lo colectivo, por trabajar y representar a otras personas en situaciones que me parecían injustas o simplemente ante la necesidad de hacer algo más por el resto o también por las ganas de liderar proyectos colectivos y así ayudar directamente en el logro de las metas que se persiguen. Lo segundo, es que sin duda uno participa en todo esto desde una base de pensamiento, de ideas o de miradas valóricas y así descubrí el Partido Radical, con principios de los cuales me sentí inspirado y hablo de la construcción de una sociedad más solidaria, más fraterna con permanente lucha de las libertades, por la justicia, la igualdad; la verdad es que la declaración de principios me motivó a tomar la decisión final, pero, antes de concretarlo también averigüe sobre la consecuencia de lo que practicaban sus representantes… y acá aparece el tercer punto, antes de inscribirme verifiqué que lo que ideológicamente el Partido buscaba, se viera patentado en las votaciones de sus parlamentarios, por fortuna no me llevé sorpresas y me pareció un partido consecuente, responsable y serio. De esta manera comencé a militar formalmente desde los 18 años y con una activa vida política partidaria.
Una cosa es hacer política en la vereda de ser dirigente o de la simple militancia, pero tomar la decisión de ser candidato a una elección popular es algo muy diferente. ¿Cuáles son tus motivaciones para presentar una candidatura a diputado?
Lo primero es que más allá de la política partidaria a uno lo mueven otras cosas como lo indiqué anteriormente, principios y valores sociales, una mirada de país. Así como en mi época estudiantil tanto en enseñanza media como universitaria uno se encontraba con cosas que le parecían incorrectas o deficiencias que finalmente repercutía en los compañeros de manera negativa y de manera innata uno trataba de aportar en su resolución, también ocurre en el día a día en la vida de las personas, en cualquier espacio social, en el trabajo, en el barrio, en todo y la verdad es que tengo la convicción de que con voluntad, dedicación y harto trabajo uno puede ayudar a que se tomen buenas decisiones o a que se logren objetivos en pos del bienestar de las personas.
Chile tiene muchas desigualdades, un país en subdesarrollo y hoy con una sociedad más polarizada, con derechos que no son garantizados y que viven en permanente incertidumbre, entonces, cómo no tomar la decisión de postularse a un cargo de elección popular para que desde ahí uno pueda aportar con un grano de arena a la solución de éstas problemáticas sociales. Tengo la certeza que de ser electo diputado no sólo cambiaremos el estilo de hacer política, sino que con mucho esmero daremos lo mejor para combatir las desigualdades y asegurar derechos mínimos como la salud, la educación, la vivienda, la dignidad en pensiones y en el buen vivir en general.
¿Qué te imaginas para el futuro de tu distrito y para Chile?
Por otra parte: ¿Cuáles van a ser los ejes principales de tu campaña?
El distrito 7 se caracteriza por ser un territorio complejo desde el punto de vista de la planificación urbana y del desarrollo mismo de sus ciudades. La calidad de vida de sus habitantes muchas veces es mermada por la inseguridad, no sólo desde el punto de vista delictual, sino también por la incertidumbre en lo laboral, la calidad de sus servicios, las pocas oportunidades de desarrollo tanto personal como de su comunidad y, en este contexto aspiro contribuir desde el Congreso Nacional desde la labor legislativa a que podamos avanzar hacia la construcción de ciudades más íntegras, más desarrolladas, donde las personas sean el centro del bienestar y de las políticas públicas, se sientan seguras, tengan un buen vivir y no tengan que buscar oportunidades en otras regiones. Trabajaré para que podamos vivir en un Valparaíso más seguro, con mayor desarrollo turístico y patrimonial, más limpio, que cuide a sus emprendedores, que embellezca la ciudad no sólo en el plan sino en sus cerros, donde tengamos viviendas dignas en barrios donde puedas andar tranquilo a las once de la noche, donde niñas y niños puedan jugar tranquilamente porque encuentran espacios recreativos naturales, un colegio de calidad cerca y si se llega a enfermar también tenga asistencia accesible, cercana y de calidad.
Espero que Viña del Mar sea igual de linda en su casco histórico como en sus cerros y no tener los campamentos más grandes de Chile. Espero que San Antonio, también ciudad puerto, pueda contar con recursos que mejoren la vida de las personas y no sea sólo zonas de sacrificio sin retribuciones reales para su gente.
Mis propuestas las centraré en varias de las materias planteadas pero basado en tres pilares, el feminismo desde el punto de vista de la equidad, sin sesgos de género, discriminaciones o libertades personales restringidas, en el pilar de la participación ciudadana con la convicción de democratizar los espacios y que cada persona sea parte de la construcción de la ciudad y del país que quiere, y en el pilar de la descentralización para que no exista concentración de poder ni de recursos y exista un crecimiento íntegro e igualitario entre todos los sectores, ya sean cerros, ciudades o provincias.
Cuéntanos un poco de tu experiencia cuando fuiste Presidente Nacional de la Juventud Radical de Chile.
Tengo muy lindos recuerdos de mis tiempos como dirigente de la Juventud Radical. La verdad es que de mis 18 años como militante, fui dirigente JR 13 años hasta que cumplí los 30. Durante todo ese tiempo y principalmente cuando fui Presidente Nacional me dedique a construir institucionalidad, a desarrollar formación política y a instalar una mística distinta en la militancia. La verdad es que creo que lo logramos, porque recibimos una institución con un Estatuto Orgánico débil y retrógrado y pudimos actualizarlo asentando nuevas bases estructurales para el Chile del momento. Realizamos tres asambleas nacionales fomentando la participación y la conexión entre regiones, partimos con 3 consejos regionales y recorrimos el país 2 veces de Arica a Punta Arenas para entregar una institución con 11 consejos regionales constituidos, después de 10 años sin representación volvimos a la CONFECH, ejercimos como miembros del CEN del Partido, participamos con 102 candidatos a concejales y ganaron 4 que desde el punto de vista de número no fue un gran éxito electoral pero fue mucho más que en otras elecciones, ayudamos a incorporar al ex presidente de la JR al Tribunal Supremo del PR, abrimos una escuela de formación política, participamos en la IUSY, coordinamos a las juventudes de la nueva mayoría, recuperamos las ceremonias del libro rojo, y así sucesivamente creo que ordenamos, crecimos y nos consolidamos.
En relación a las anécdotas, imagínate cuantas hay después de las asambleas o del recorrido por Chile. De hecho, estoy entre dos, no sé si acordarme de un Congreso realizado en Concepción más menos a las 3 de la mañana en una sala abierta, oscura con todo el cariño que se escuchaba entre correligionarios… o uno de los viajes a Brasil donde pasamos de ser una juventud más bien discreta a una juventud de altas y buenas relaciones interpersonales más allá de las formales.
Para finalizar nos gustaría saber cómo piensas el Radicalismo en el futuro. ¿Hacía donde debe apuntar el PR para tener la confianza de la ciudadanía? Déjale un mensaje a la militancia que nos lee.
Lo primero es que considero que el Partido debe realizar cambios estructurales. No sólo orgánicos, estatutarios y de dirigencia sino también del estilo de hacer política y de cómo volvemos a estar insertos en las comunidades, interpretando realmente las necesidades y aspiraciones de nuestra gente. Espero que muy pronto el partido realice una Convención Nacional, con un acento ideológico, con amplia participación que nos oriente en una posición de centro izquierda clara y visible. Que podamos realizar un cambio estatutario apuntando a más transparencia, más democracia y acorde a la nueva realidad de Chile que incluya incluso un mecanismo para que sólo la militancia activa vote en las elecciones internas y desaparezcan los militantes fantasmas. Espero también que tengamos una institucionalidad y dirigentes de nuestra generación que sean capaces de implementar un programa de desarrollo a mediano y largo plazo y no continuemos improvisando elección tras elección. Que se preocupe eficientemente de la formación política de sus nuevos líderes y entregue herramientas a las asambleas comunales para que logren ser un espacio abierto a la comunidad, una casa de participación social más allá de lo interno, sino pensando en el desarrollo de sus barrios y del país.
Creo que hay mucho por hacer y por construir internamente y pienso que debe ser con la máxima unidad, de manera intergeneracional y con proyección de objetivos concretos a largo plazo.
El llamado a la militancia es ese mismo, que no seamos pasivos y meros observadores de como suceden situaciones políticas importantes. Que nos mantengamos firmes en ésta incertidumbre político-social y comprendamos que nuestros adversarios ideológicos están fuera de nuestra casa, que si no somos sinceros con nosotros mismos y con nuestra institución, mejor dar un paso al costado y nos quedemos sólo con aquellos que quieren crecer como Partido y no desde el caudillismo ni el amiguismo. Todo esto aún si es necesario formatear y partir de cero, porque finalmente tengo la certeza de que somos más los que piensan así.-